miércoles, 25 de mayo de 2011
Revolución Mediterránea
Crucé el cielo, escuchando el susurro del mar. Una canción de sirena me arrastró a una orilla perdida. Al lado había una población, quizás la única en la que sus habitantes creían en algo nuevo; en que se podía crear nuevos castillos de arena, aunque el mar se los tragase al atardecer y harían de aquella playa un lugar distinto.
"Si se tratase de construir una casa, de nada nos aprovecharía saber tirarnos correctamente los ladrillos a la cabeza"
A. Machado
"Si se tratase de construir una casa, de nada nos aprovecharía saber tirarnos correctamente los ladrillos a la cabeza"
A. Machado
lunes, 18 de abril de 2011
domingo, 17 de abril de 2011
Charlotte y Grey
martes, 22 de marzo de 2011
Niño de posguerra adulto
lunes, 21 de marzo de 2011
sábado, 11 de diciembre de 2010
EXPOSICIÓN
Yggdrasil: El Fresno del Mundo.
Inaguración: Jueves 16 de Diciembre 20:00 h
"Esquina de Santi"
C/Pelayo nº 57, Madrid.
Metro: Chueca, Alonso Martinez y Tribunal.
Yggdrasil, según la mitología nórdica, es un fresno perenne que conecta distintos mundos y que simboliza nacimiento, vida y muerte representados en su raíz, tronco y copa.
Los Babilonios, más adelante, transformaron esta idea: En una noche, brotó un árbol verde de un tronco muerto. A su vez, la diosa Semiramis había concebido virginalmente a su hijo Tamuz, la encarnación del dios Sol tras la muerte de su esposo, Nimrod. Aquel tronco muerto era Nimrod que se había transformado en un árbol Nuevo, Tamuz. La festividad que celebraba este suceso, iba acompañada de orgías, desenfrenos y una gran inclinación hacia el valor de la amistad.
En la naturaleza está la belleza y la lógica: La vida y la muerte... Vista como transformación para avanzar en nuestro crecimiento, desechando lo viejo y dando paso a lo nuevo. Ygdrassil como exposición, resume éstas ideas en imágenes: La importancia de avanzar y crecer, desechando aquello que nos pudre y buscando aquello que nos llena de vida. Ygdrassil somos cada ser, olvidémonos de los dioses. Utilicemos nuestro aliento de vida, para crear.
Será un placer recibiros, tronc@s.
Del 16 de Diciembre al 13 de Enero
Mª Luisa P
Inaguración: Jueves 16 de Diciembre 20:00 h
"Esquina de Santi"
C/Pelayo nº 57, Madrid.
Metro: Chueca, Alonso Martinez y Tribunal.
Yggdrasil, según la mitología nórdica, es un fresno perenne que conecta distintos mundos y que simboliza nacimiento, vida y muerte representados en su raíz, tronco y copa.
Los Babilonios, más adelante, transformaron esta idea: En una noche, brotó un árbol verde de un tronco muerto. A su vez, la diosa Semiramis había concebido virginalmente a su hijo Tamuz, la encarnación del dios Sol tras la muerte de su esposo, Nimrod. Aquel tronco muerto era Nimrod que se había transformado en un árbol Nuevo, Tamuz. La festividad que celebraba este suceso, iba acompañada de orgías, desenfrenos y una gran inclinación hacia el valor de la amistad.
En la naturaleza está la belleza y la lógica: La vida y la muerte... Vista como transformación para avanzar en nuestro crecimiento, desechando lo viejo y dando paso a lo nuevo. Ygdrassil como exposición, resume éstas ideas en imágenes: La importancia de avanzar y crecer, desechando aquello que nos pudre y buscando aquello que nos llena de vida. Ygdrassil somos cada ser, olvidémonos de los dioses. Utilicemos nuestro aliento de vida, para crear.
Será un placer recibiros, tronc@s.
Del 16 de Diciembre al 13 de Enero
Mª Luisa P
jueves, 15 de julio de 2010
Feliz infeliz
Un maquinista solitario, docto en cables y electrodos, vivía la soledad de ser arrancado de su tierra.
Un día, se vió deslumbrado por una máquina de tren que le haría olvidar esa tierra perdida. Podría viajar a cualquier lugar del mundo, ya no caminaba solo. Las promesas de un nuevo destino, eran el combustible que le llevarían tan lejos como él deseara. Pero algo pasó, no sé muy bien el qué, pero aquel tren empezó a oxidarse, algunas de sus piezas necesitaban ser remplazadas y ya no era posible repararlas.
Aún así la maquinaria funcionaba y para devolver el resplandor a su caballo de metal, decidió añadir nueva maquinaria; cuatro vagones al cual más dispar. El primer vagón, salió antes de la fábrica de creación. Dicen que por un altercado de contrabando, pero era único en el mercado, pues para ser un vagón, parecía una yegua desbocada a la orilla del mar. El siguiente, era musgo bajo la lluvia, un bosque frondoso donde el silencio de la naturaleza no paraba de gritar la lógica universal. El tercer vagón era una ciudad amurallada difícil de acceder. Desde sus murallas se veía como la bola de fuego se disolvía en un mar de aire expandiendo el cielo en llamas. Pasó el tiempo y por sorpresa, apareció el vagón más pequeño. estaba lleno de burbujas de arco iris y dentro vivía una araña de colores que tejía con hilo de sueños para que todos los vagones pudieran vivir su libertad.
Pero la máquina... Aquella cabecera color siena, albergaba carbón doloroso que nunca se prendería olvidando la tristeza en el infinito. Y aunque a veces miraba de reojo y veía tras de sí una yegua cabalgando, un bello bosque refrescante, una puesta de sol estallando y una araña tejiendo sueños mientras el maquinista cuidaba todo aquello... Nunca, nunca pudo ver la belleza que habían creado a su alrededor.
Un día, se vió deslumbrado por una máquina de tren que le haría olvidar esa tierra perdida. Podría viajar a cualquier lugar del mundo, ya no caminaba solo. Las promesas de un nuevo destino, eran el combustible que le llevarían tan lejos como él deseara. Pero algo pasó, no sé muy bien el qué, pero aquel tren empezó a oxidarse, algunas de sus piezas necesitaban ser remplazadas y ya no era posible repararlas.
Aún así la maquinaria funcionaba y para devolver el resplandor a su caballo de metal, decidió añadir nueva maquinaria; cuatro vagones al cual más dispar. El primer vagón, salió antes de la fábrica de creación. Dicen que por un altercado de contrabando, pero era único en el mercado, pues para ser un vagón, parecía una yegua desbocada a la orilla del mar. El siguiente, era musgo bajo la lluvia, un bosque frondoso donde el silencio de la naturaleza no paraba de gritar la lógica universal. El tercer vagón era una ciudad amurallada difícil de acceder. Desde sus murallas se veía como la bola de fuego se disolvía en un mar de aire expandiendo el cielo en llamas. Pasó el tiempo y por sorpresa, apareció el vagón más pequeño. estaba lleno de burbujas de arco iris y dentro vivía una araña de colores que tejía con hilo de sueños para que todos los vagones pudieran vivir su libertad.
Pero la máquina... Aquella cabecera color siena, albergaba carbón doloroso que nunca se prendería olvidando la tristeza en el infinito. Y aunque a veces miraba de reojo y veía tras de sí una yegua cabalgando, un bello bosque refrescante, una puesta de sol estallando y una araña tejiendo sueños mientras el maquinista cuidaba todo aquello... Nunca, nunca pudo ver la belleza que habían creado a su alrededor.
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