viernes, 5 de septiembre de 2008

Los reptiles no lloran


-¡¡Los reptiles no lloran!! Dijo Marcos burlonamente azotando su mano haciéndome entrar en razón.
Mientras, Silvia miraba asombrada ante tal disputa.

-¿Cómo que no? ¿Pero cómo puedes decir eso? Respondí alarmada.

Las lágrimas de reptil, Son ese dolor en el pecho que te azota desde dentro, cuando tus esperanzas están rotas, cuando lo único que te queda es un vacío interior. Cuando sientes frío y lo único que te abriga es la melancolía. Cuando has perdido la fe y nada te sirve. Todas esas lágrimas que no sueltas, se quedan en tu pecho. Hacen que cuando respires, se entrecorte tu suspiro, y lo único que quede, sea soltar esa agua salada de reptil si quieres curar tu alma.

Si los reptiles no lloran, estamos perdidos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Algo así me pasó a mí una vez. Pero las lágrimas se agolparon en mi espalda no en mi pecho.

Arnaukor dijo...

Congoja reptiliana... acongojante.